
No hace falta tiempo sólamente para leer un libro, sino también ciertas ganas de hacerlo. La vida que esta sociedad nos permite frecuentar no nos brinda buenas oportunidades para poder ver tranquilamente una película, dar un paseo sin preocupaciones o hacer un viaje que nos libere de las tensiones del día a día.
Cuento esto como introducción debido a que el título de la entrada coincide con el último buen libro que he tenido el placer de poder leer detenidamente. Se trata del Tao Te Ching.
Teóricamente escrito por el chino Lao Tse en los tiempos de Confucio, a mi parecer el Tao Te Ching no predica una religión como la que se ha hecho de él, ni siquiera una doctrina. Es algo que, alejado de las connotaciones de la palabra fe, no se cree, sino se siente. Lao Tse nos narra en forma de bellos poemas su manera de afrontar la pugna perdida de la mente pensante respecto a la incultura y a la degradación del ser humano como especie. No es novedad ni algo desconocido, un hombre en cierto momento halló la forma de echarse a un lado de la eterna batalla del romántico que busca una salida que no existe, y en forma de una obra literaria la inmortalizó.
Su filosofía atiende a la religión en el modo ascetista de la palabra, y me explico. El ser humano, para Lao Tse, debe vivir en paz y armonía consigo mismo y con el entorno que lo rodea, con el Universo y la Naturaleza, que no son dioses pero sí la magia real de nuestra vida. Lao Tse diría que hemos de convivir actuando como canalizador de la energía del planeta, sin interferir demasido en las cosas; esta es la teoría del no-hacer haciendo.
Bueno, antes de nada recomiendo la lectura del Tao Te Ching, en concreto la versión de Stephen Mitchell editada por primera vez en 1988 (en España está disponible en la Editorial Alianza en formato de bolsillo). Meditad cada verso con tranquilidad, que a pesar de ser un libro corto, no se ha de leer con impaciencia. Nada como el Tao Te Ching leído sin malinterpretaciones explica de forma más bella y exacta qué es.
Gracias por leer el post.
Me gusta esto del Tao, ojalá muchos lo conocieran y practicaran en la medida de lo posible... pero hay un "pero",leve pero lo hay jejej...
ResponderEliminarNo es nada raro, parte de la lógica básica, son conceptos claros los que maneja y creo que sencillos. El "pero" es que yo no había leido nunca estos textos, y pienso de la misma manera, por tanto me cuestiono la utilidad del concepto del Tao.
Sin embargo no puedo pretender que todo el mundo lo interprete a mí manera o piense como yo, por lo que contrarrestando al "pero" personal, creo no le vendría mal leerlo a nadie... y supongo que a más de un cazurro que se dedique a contaminar el planeta, a sembrar la corrupción o la guerra, a discriminar y sobretodo a no respetar a los demás... le vendría de perlas echarle una ojeada, a ver si así se da cuenta de que por ese camino mal andamos....